En el norte de la comarca de Montiel, en Albacete, se encuentra El Bonillo. No hace falta darles muchas explicaciones a aquellos que les gusta observar la naturaleza y especialmente a quienes aman contemplar el vuelo de las aves, ya que casi la totalidad de su término municipal está declarado como zona de espacial interés ornitológico. Lugar de aves permanentes pero también para las aves de paso, como las personas que caminaron sus calles a lo largo de la historia y de las que aún hoy quedan vestigios.
Los restos salpicados en todo el municipio, nos inducen a pensar que en el medievo existían en la zona numerosos grupos poblacionales ya que quedan los restos de numerosas ermitas muy cercanas entre sí. Tal vez uno de los lugares de la región en el que más espacios sagrados se han encontrado por metro cuadrado. Sabemos que El Bonillo dedicó ermitas a la Magdalena, a Santa Ana, a San Roque y a La Pura. Pero además están el convento de los Agustinos y la iglesia gótica de Cerro Bueno, hoy llamada Santa Catalina y cómo no la ermita de su pedanía en Sotuélamos.
Esta pedanía, hoy completamente despoblada, fue el lugar elegido por el tarraconense Alberto Boch y Fistegueras para construir su casa palaciega y emparentar así con una tierra a la que representaba, sin haber nacido en ella, ya que fue diputado por Albacete en 1843 antes de ser ministro de Fomento y alcalde de Madrid.
Sin embargo lo más llamativo de El Bonillo es su iglesia de Santa Catalina, en la que se puede encontrar una talla de La Dolorosa realizada por el gran artista murciano Francisco Salzillo y un museo parroquial en el que se encuentra nada menos que el “Cristo abrazando la cruz” del Greco.
El motivo del cuadro es uno de los más repetidos por El Greco a lo largo de su carrera y el de El Bonillo además uno de los primeros que realizó. Existen al menos seis originales que se diferencian por pequeños detalles que afectan a la corona de espinas o a la fisonomía de Jesús, así además del que tienen en Santa Catalina están el del Museo Metropolitano de Nueva York, el del Museo del Prado de Madrid, el del Museo Nacional de Arte de Cataluña y el de la Colección Thyssen Bornemisza.
Sin lugar a dudas, El Bonillo es un buen lugar para visitar al Greco.

No hay comentarios:
Publicar un comentario